Los árboles en fila?

Autor: Julio César nchez Guerra | internet@granma.cu

13 de noviembre de 2018

José Martí se asoma por la ventana de otro siglo y nos dice: «Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas». En imagen poderosa, el visionario nos devela los peligros para los pueblos que viven desunidos cerca de un vecino tan ambicioso.

Hoy los árboles que arman el bosque de los pueblos en Latinoamérica están lejos de la unidad, la misma que comienza por identificar las fuerzas que defienden de verdad la «sincera democracia» de la que hablara Martí.

Alguien ha dicho que la política es un violín que se toma con la izquierda y se toca con la derecha. Sabemos que la política no es un violín, sino que debería ser «el arte de hacer felices a los hombres». Pero hoy las fuerzas de la derecha retoman los símbolos de la izquierda y alzan una música que termina por engañar a millones de personas.

Se necesita analizar los errores de la izquierda, y también los aciertos de la derecha para desarrollar su enorme capacidad de manipulación. Hoy las elecciones a favor de un proyecto neoliberal son apoyadas desde los poderes del capital transnacional, el mismo que ya se frota las manos para apoderarse de los recursos amazónicos.

Las palabras y los discursos están enmascarando los reales intereses de los políticos que sirven a los poderosos, los mismos que celebran su victoria con el pueblo, inundando el espacio con globitos azules.

Engañar se ha convertido en un oficio donde participan medios de comunicación, noticias falsas, movilización de emociones, símbolos, y diagnósticos de perfiles feisbucianos, entre tantos recursos al servicio de la dominación.

Ahora el gigante de las siete leguas viene con guantes de seda escondiendo las uñas. Pasa el gigante con un lenguaje que no excluye la violencia o declaraciones de guerra contra el amor y la vida, y aparece entre los pueblos un extraño masoquismo político que acepta el juego del látigo y la zanahoria. Sabe mucho este viejo lobo que se llama capitalismo.

Deberíamos hablar mucho más de los problemas que enfrenta el hombre en este mundo tan cambiante, donde la ciencia ya no intenta dominar a la naturaleza sino al propio hombre.

Muchos de los que votaron a favor de la derecha, mañana serán afectados por sus medidas extremistas, o reprimidos con balas de gomas, chorros de agua o bastonazos antidemocráticos. No será la hora de la culpa, sino de sumarse a los más de 45 millones que optaron por el Brasil de otro mundo mejor para todos.

Será un mandato necesario unir a los árboles de hombres y mujeres para echar fuera a los que ya están en nuestra casa robándoles a los pueblos las palabras y los sueños.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.